Gramado | Sabe lo que es Canela

Gramado
Sabe lo que es Canela

En el sur de Brasil, cerca de Argentina y Uruguay, las ciudades de Gramado y Canela celebran Navidad de noviembre a enero, en un alegre ambiente alpino. Su entorno es una verdadera Suiza con araucarias araucanas. En número de turistas sólo le ganan Río y Bahía.

Por Luis Alberto Ganderats

Nadie podría imaginar dónde se encuentra si lo llevan con los ojos vendados a Gramado o a cualquier parte dela región brasileña de Las Hortensias. En estas semanas previas a Navidad, pensará que se encuentra en Alemania o en Austria, con cánticos navideños difundidos por ocultos parlantes en las calles, con guirnaldas y decenas de miles de luces,  pesebres, viejos pascueros y ferias navideñas. Gramado se parece a Augsburg, a Rüdesheim, a Münich, donde la Navidad conserva frescas resonancias espirituales. Y no es raro, pues la esposa del emperador de Brasil, Pedro I, la archiduquesa Leopoldina, era de sangre germana y, por esos años, muchas ciudades del país se llenaron de inmigrantes alemanes, y las oleadas no terminan aún. En el pueblo de Nueva Petrópolis, cerca de Gramado, es preferible hablar alemán, pues el 92 por ciento de su gente tiene sangre germana y marca esa forma inconfundible de ser y habitar.

El carácter alpino y cristiano se lo dio un pionero, Leopoldo Rosenfeldt,en los años cincuenta del siglo XX, para otorgarle valor turístico. Trajo árboles y flores de la Selva Negra y creó el Lago Negro. Una calle principal y una placa lo recuerdan.

Gramado, como Nova Petrópolis, forma parte de lo que en el Estado Río Grande do Sul se conoce ahora como la Vía Romántica, hecha a imagen y semejanza de la Romantische Strasse de Baviera. Esta atmósfera de pasado, de romanticismo y de irrealidad, hace de esta región del sur de Brasil la preferida para los padres que quieren llevar a sus hijos a vivir intensamente la Navidad.

Es un espectáculo que se inicia en noviembre y culmina en enero, con la Fiesta de Reyes. Le llaman “o Sonho de Natal”, el sueño de Navidad. También Gramado es preferida por los novios de luna de miel y por la gente mayor, quienes viven aquí en un clima amable, con la máxima seguridad y el más alto índice de desarrollo humano del país, según Naciones Unidas.

Dicho en simple, Gramado es buena para todas las edades, y por eso constituye un extraño fenómeno en Brasil. Sólo tiene 30 mil habitantes, pero recibe millones de turistas, siendo superada solamente por las dos gigantes ciudades carnavaleras: Río de Janeiro y Salvador de Bahía.

Pero aquí no todo es sol y claridad. Existen días donde la neblina cae frente a nuestros ojos como un telón de la Selva Negra y las nubes se apoderan del paisaje hasta ocultarlo. Claro que, cuando el sol entibia, se levanta el telón y cualquiera se queda mudo ante un espectáculo de la naturaleza realmente grandioso. El más inexperto tomará fotos para colgarlas dignamente en el mejor salón anual de fotografía.

Pero en esta esquina de Brasil, llamada Región de las Hortensias, no bailaremos samba ni axé, no hay zungas ni playas cálidas, casi nadie toma caipirinha o come feijoadas con cerveza. Aquí se saborean asados gauchos -ellos dicen gaúchos– hechos como en Uruguay y Argentina, con estacas de hierro clavadas en la tierra. Sin falta, se toma mate en una calabaza enorme -el cimarrao-, y nadie se va sin saborear fondues de carne roja, de pollo, de queso, de chocolate, con muchas salsas; ni menos se privará de probar un galleto,  un pollito enano asado, tierno, blandísimo.

Los comilones terminan aquí súper bem-humorados. Miles de argentinos y uruguayos, que atraviesan las fronteras para viajar en auto hasta Florianópolis y Camboriú -“ciudad de arenas”-, se apartan 90 km de la ruta para saborear las sorpresas de Gramado-Canela, su vecindario de casas alemanas y su selva verde de araucarias.

MÁS QUE PASCUEROLANDIA
El plano urbano de Gramado puede desorientar incluso a una paloma mensajera. Y es que estamos en una zona de cerros y montañas. El plano de la ciudad se adapta a la geografía irregular del lugar. No se conocen las manzanas cuadradas del poblado  colonial americano. Dos avenidas la dominan. Borges de Madeiros es la principal arteria comercial, que acaba de enterrar todos los cables aéreos y donde hallaremos algunos de los mejores chocolates artesanales del mundo. La más notable, Av. de las Hortensias, recorre Gramado por completo y continúa hasta la vecina ciudad de Canela, a 6 kilómetros, ahora llena de hortensias en flor. Pasa por el borde del valle de Quilombo, cruzado por colinas y casonas semiocultas en el verde. Esta es la ruta para llegar a uno de los parques nacionales más hermosos de Brasil, el Parque del Caracol, con una soberbia cascada, entre una masa de araucarias.

También salen de Gramado verdaderas caravanas a la región vinera deCaxias do Sul y Bento Gonçalves, y al cañón de Itaimbezinho, que por su profundidad se puede comparar con el Colca peruano y el del Colorado. Se halla cerca de Cambará do Sul, en esta misma Serra Gaúcha. Ahí se encuentra también el Velo de la Novia, una caída de agua de 500 metros. Ambos forman parte del  parque Aparados da Serra. Muchos viajeros siguen a otros parques, como los de Ferradura, Soquoias y Corredeiras, para hacer parapente, rafting, escalada, rappel, puenting. La locura que quieran.

A la salida de Gramado, los niños gozan navegando en el lago Negro, una laguna artificial rodeada de vegetación enorme, con embarcaciones con forma de barcos piratas y cisnes blancos. Y día por medio se presenta el espectáculo La Fábrica de Juguetes de Papá Noel, con enormes objetos en movimiento, música y danza.

Gramado y su vecindario es mucho más que un maravilloso pascuerolandia, repleto de luces y guirnaldas al estilo Manhattan, con fiestas y comparsas, casas de Papá Noel y de Señoras de Noel. Es más que una ciudad alpina de grandes festivales y congresos, con tiendas y hoteles refinados para disfrutar de la región, que tiene el mayor desarrollo económico de Brasil. Los colonos y sus hijos, italianos, alemanes, portugueses, judíos y austriacos, pueden hacer de un viaje a Gramado lo más parecido a una visita a Europa. Le llaman la Suiza del Sur. Pero Suiza no tiene playas blancas y tibias a poca distancia, ni tan cerca las emociones desconocidas del Amazonas.

GUÍA DEL VIAJERO
– Para no perderse: Navegar con niños en la laguna artificial Lago Negro, en Gramado. Embarcaciones con forma de cisnes y veleros piratas, rodeado de vegetación subtropical y… araucarias.

– Parque del Caracol: Entre Gramado y Canela, un parque con madura vegetación subtropical y una soberbia cascada que forma arcoíris en su parte final.

– Fábrica de Papá Noel: Un maravilloso espectáculo en que se representa al Viejo Pascuero en su fábrica de juguetes, con la presencia de una dulce niña que recorre el lugar, con música y bailes. Enormes objetos en movimiento.

– Cómo llegar: Desde Santiago volar a Porto Alegre, con una escala. De Porto Alegre capital del Estado de Río Grande do Sul, hasta Gramado hay 115 km en dirección al norte. Gramado y Canela están separados por sólo 6 km.

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