El Brasil agridulce de la Mistral

El Brasil agridulce de la Mistral

El Estado de Río de Janeiro, el de la cidade maravilhosa, supo de los dolores más insoportables sufridos por Gabriela Mistral. En la ciudad de Petrópolis murió Yin Yin, el hijo de su alma y tal vez de su carne. Fue en 1943. (Foto: Gabriela con Yin Yin el año de su muerte.) Ella vivió aquí su día de mayor gloria, cuando le anunciaron que era la primera poetisa de las tres Américas distinguida con el Premio Nobel de Literatura. Eso ocurrió dos años después de la muerte de Yin Yin.

Petrópolis es todavía la gran ciudad imperial de América –bella, pomposa, noble–, y en ella esa mujer que escribiera “todas íbamos a ser reinas” supo que se había ganado la corona literaria universal. Tenía sólo 56 años, aunque sentía sobre sus hombros cierto peso de ancianidad. El premio del que se enteró aquí -¡por teléfono!-fue una mitigación del daño sufrido; un poco de miel.

Nunca la reparación. 

Situada a sólo 68 km de la célebre playa de Copacabana, rara vez llegamos a Petrópolis.  Gonzalo Argandoña, el periodista nacional que descubrió la enorme casa en que viviera la Mistral, pudo comprobar que el personal del consulado chileno en Río no sabía de esa residencia. Ni siquiera estaba enterado su propietario, Carlos de Almeida Rego, cuya madrastra arrendó la casa al gobierno de Chile en los años de la segunda guerra. Por lo tanto, llegar a la dirección de Buarque de Macedo 60 se hizo para el periodista un trago de mal sabor. Nadie recordaba a la “genio bueno de América latina.”

Un bus nos lleva hoy desde Río en poco más de una hora, dejándonos al lado de la casa de la poetisa, en el corazón de la ciudad. En torno al Palacio, hoy Museo Imperial, se conservan las mansiones de los condes, vizcondes y barones, revelando una forma de vida que cuesta imaginar hoy en ese viejo Brasil. Unos cuantos personajes le daban rasgos aristocráticos, vagamente románticos, gracias a Pedro I, que descubrió la belleza de esta región campesina cuando era emperador de Brasil por la invasión francesa de Portugal Su hijo y sucesor, Pedro II, nacido en Río de Janeiro, dio vida a la ciudad, con urbanistas alemanes. Aquí mismo, el año 1889, se entera de la revolución pacífica que establece la República en Brasil, y le obliga al exilio (foto, su imagen delante del palacio imperial).  

Lo alemán no se fue. Por eso, la fiesta de Bauernfest se repetirá nuevamente entre el 27 de junio y el 6 de julio próximos, con bailes, comparsas, danzas folklóricas, competencias de consumo de cerveza y salchichas, y venta de artesanías en el burgo alemã. Participarán más de 100 mil personas cada día. Todas las semanas del año, de jueves a sábado, se presenta un espectáculo de luz y sonido sobre el Imperio, frente al Palacio de Cristal, el edificio donde se realizaban bailes de boato y derroche con el último monarca.  

No sólo a él, también a la reina aldeana y universal del Elqui le estamos debiendo una visita de estilo.