Los Emiratos
Mucho se habla de ellos, pero casi nadie los conoce. Son una especie de Venecia construida sobre un mar de petróleo. Cada habitante de Abu Dhabi es dueño de 20 millones de barriles de petróleo, aunque muchos todavía no andan en auto, sino en camello. Tiene una renta per cápita cinco veces más alta que Estados Unidos. Pasado mañana los Emiratos Árabes Unidos celebran su cuarto año de independencia.
Tienen algunas cosas en común con nuestra provincia de Atacama. Desde luego su superficie total es prácticamente la misma. También la aplastante aridez de su territorio, adornado aquí y allá por algunas verduras. La densidad de población es muy baja en ambos casos, y en ambos casos también la pesca y la agricultura son actividades secundarias. La minería es el fuerte.
¡Y aquí se acaba el símil!
Por desgracia, en algún sentido; por suerte, en otro. Por suerte, ya que los Emiratos Árabes Unidos, nación miembro de la ONU, sufre de un 80 por ciento de analfabetismo y goza de una precaria independencia. Pasado mañana celebra recién el cuarto aniversario patrio. Y decimos que por desgracia el símil entre Atacama y los Emiratos Árabes Unidos no continúa, pues la renta per cápita del emirato principal de la unión es cinco veces más alta que la de los Estados Unidos. Mientras Chile goza de 796 dólares de ingreso por habitante, el emirato de Abu Dhabi llega a los 27.000 dólares.
TODO LO QUE BRILLA ES PETROLEO
Metidos en la vorágine del mundo petrolero, inundados por dólares que caen como granizos del cielo, la historia futura de estos emiratos se escribe en estos días. Nacen ciudades y brotan hoteles a todo lujo donde antes sólo había arena y aguas de mar patrulladas por miles de tiburones. Sus habitantes están pasando -sin transición- de la caravana de camellos al taco de automóviles.
Pequeñas aldeas han sido alhajadas, acicaladas, ataviadas -estas tres son palabras de origen árabe- sin pensar en el costo. Las mezquitas pueblerinas se reemplazan por edificios de formas audaces, cubiertos de azulejos –az zulaich-, con minaretes espigados y extraños. Como la temperatura durante el verano llega a los 50 grados a la sombra, ninguna vivienda tiene menos de un acondicionador de aire (la mayor parte “made in U.S.A.”). Para combatir el lacerante analfabetismo se construyen escuelas modernas y se entregan gratuitamente, a todos los estudiantes, libros, uniformes, comida, cuadernos y enseñanza. (Aunque la edificación escolar todavía resulta insuficiente). Muchos enfermos que deben someterse a intervenciones quirúrgicas en el extranjero reciben aporte del Estado para financiar todo, incluso pasaje y estada de un acompañante.
Prácticamente todo lo que se come se bebe, se viste y se usa proviene del extranjero. Las autoridades dicen tener planes para industrializar la región, pero existe demasiada prosperidad como para preocuparse en serio del futuro sin petróleo. Abu Dhabi posee 20.768.000.000.000 barriles de reservas estimadas. ¡Estimadas reservas! Cada barril contiene 159 litros.
Como Abu Dhabi tiene 100 mil habitantes, cada uno de ellos (teóricamente) es dueño de 20 millones 768 mil barriles de petróleo. ¡Más de 3 mil millones de litros! Por eso, no resulta sorprendente encontrarse con imágenes de prosperidad como las que se muestran en estas páginas. De la algazara —al gazara— que se escucha en el mundo por el alza del petróleo ya se ha hablado bastante.
¿Quién tiene más litros de razón? ¡Discusión sin fondo!
LOS MILLONARIOS DESCONOCIDOS
Ahora sólo nos interesa ayudar a descubrir el rostro de una de las naciones más raras de la Tierra, y que hace noticia desde que comenzó a flotar en el tempestuoso mar del petróleo. De esto hace muy poco. Antes casi nadie se preocupaba de ella. En la misma época del descubrimiento de América, los portugueses se establecieron en el Golfo -conocido con los nombres de Pérsico y Arábigo-, en cuyas costas están situados los emiratos. Después entraron a disputarlo ingleses y holandeses. Hace poco más de dos siglos, Gran Bretaña logró hacerse fuerte. Desde entonces su injerencia en los Emiratos se mantuvo, hasta que hace sólo 4 años les otorgó la independencia. En ese momento constituían “protectorado británico”, y se les denominaba “Estados bajo tregua” o Costa de los Piratas (durante los dos siglos anteriores, la zona se transformó en refugio de filibusteros).
Nunca fue una nación, sino una serie de tribus dirigidas por emires (jefes o caudillos musulmanes), que luchaban frecuentemente entre ellos, disputándose territorios áridos salpicados por minúsculos oasis. Sólo en 1958, cuando en uno de esos emiratos, Abu Dhabi, se encontró petróleo, la disputa de territorios tuvo una mejor explicación. Pasaría una década antes de que se produjera crudo a escala comercial, y sólo durante los años 70 ha venido a convertirse en un gran presente y con perspectivas de las Mil y una Noches.
El milagro de la unificación de los emiratos se produjo, pero no por completo. Inicialmente los nueve Emiratos que estaban bajo protectorado británico pensaron formar una federación. Pero surgieron dificultades y dos de los cuatro importantes conservaron su independencia: Bahrein y Qatar (o Katar).
Los siete restantes formaron los Emiratos Árabes Unidos, que encabezan Abu Dhabi y Dubai. El primero es el más rico y grande; el segundo, aporta mayor experiencia comercial. Los restantes -comparativamente- carecen de importancia económica. La mayor parte ni siquiera tienen un solo pozo de petróleo. Son auténticas aldeas –al dayha es el origen árabe de la palabra—, con poco territorio y escasos habitantes.
A continuación se entrega una brevísima reseña de los dos Emiratos independientes y de los siete federados.
Qatar. Los kataríes son 150 mil, repartidos en un territorio poco menor que el de la provincia de Santiago, árido y desértico. La religión dominante es la wahabita, secta islámica de cuna saudita. Produce 15 veces más petróleo que Chile, y casi igual que la inmensa China comunista. Vive, como es de suponer, de sus exportaciones petrolíferas. El emir Khalifa bin Hamad al Thani fue Primer Ministro hasta 1972, año en que depuso a su primo el jeque Ahmad. Es una nación soberana e independiente.
Bahrein. En sus 598 km2, superficie similar a la comuna de Quilpué, viven los 240 mil bahreinitas, que producen el doble de petróleo que Chile. Su población es en un 60 por ciento analfabeta. En1971, al dejar la condición de protectorado británico, ingresó a la ONU y a la Liga Árabe. Como los demás emiratos del Golfo Pérsico, estuvo bajo diversos dominios europeos desde el siglo XVI. La base de su territorio es una isla situada junto a la península de Qatar. Su jefe de Estado es el jeque Isa Bin Sulman.
Abu Dhabi. Es el más extenso de los emiratos del Golfo. Abarca un área tres veces más grande que la provincia de Santiago y equivalente a la mitad de la de Antofagasta. Los 100 mil abudhabíes provienen de un antiguo pueblo pescador, agricultor y cultivador de perlas. Su gobernante dirige también el Consejo Supremo de los Emiratos Árabes Unidos (que se reúne cada seis meses).
Pero no sólo es el más extenso, sino que el más rico. Su renta per cápita prácticamente triplica la de Dubai, el emirato que le sigue en importancia, según el Barclays Bank de Londres. En cambio, carece casi por completo de agricultura. Su territorio es uno de los más áridos del mundo. El petróleo pertenece a compañías petroleras privadas. Desde 1972 el Estado tomó control del 25 por ciento del capital de dos empresas claves. Dentro de seis años, controlará el 51 por ciento. Es decir, el petróleo será abudhabizado. Las entradas por concepto de exportaciones de crudo alcanzaron a 6 mil millones de dólares el último año.
La capital, llamada igual que el emirato, ha sido prácticamente construida en los últimos siete años. Hace dos se inauguró un fabuloso guest house, para alojar a los visitantes ilustres y otros VIP. Se levantaron varios hoteles de cinco estrellas, entre ellos el Hilton, cuyos jardines aún se encuentran en formación. El antiguo palacio del cheik Zayed -jefe del Estado- se encuentra convertido en biblioteca y oficina de la Secretaría de Estado. El mandatario se construyó otro más amplio y moderno, en el cual hasta los patios tienen acondicionadores de aire.
Dubai, Vecino de Abu Dhabi, le sigue en importancia, aunque en vez de 60 mil km2, sólo tiene 3.840. Su población es un 25 por ciento más reducida: 75.000 habitantes. Supera, sin embargo, a su vecino por el mayor desarrollo comercial, por su buen puerto y las ventajas de su libertad portuaria. Le va en zaga, eso sí, como productor de petróleo: 12 millones de toneladas (contra 82 de Abu Dhabi) durante el año pasado. Carece de grandes industrias, y entre las medianas tiene plantas de Coca-Cola, Pepsi Cola y Seven-Up (¡a 50 grados llega la temperatura en verano…!). Casi un tercio de su población la forman beduinos, badaui, nombre que significa “hombre que vive en despoblado”.
Sharjah. Ocupa el tercer lugar en extensión y población. Su nombre significa “el Este”, porque está al este de los emiratos Abu Dhabi y Dubai. Su jefe de Estado, cheik Sultán bin Mohamed al Qasmi, es diplomado en la Escuela de Agricultura de la Universidad del Cairo. Respecto a su extensión y población (como ocurre con el resto de los emiratos) se manejan cifras distintas. Al parecer, tiene entre 60 y 80 mil habitantes, y entre 2 mil y 2 mil 600 km2. Lo cierto que se trata de una sabana arenosa, cuya población es rigurosamente islámica, y que posee uno de los hoteles más hermosos de la región: The Casino Hotel.
Produce petróleo sólo desde el año pasado, en convenio con Irán. Alcanzó en 1974 la importante cifra de 10 millones de toneladas, suficiente para abastecer a todo Chile durante un año. Recientemente comenzó a exportar pescado a Europa y a Estados Unidos, que se embarca en su excelente puerto natural y se procesa en una planta costera. Antes del despegue vertical de Dubai y Abu Dhabi, sobresalía como centro comercial.
Al_Khoimah. Este emirato y los restantes siguientes no son productores de petróleo, y se les agrupa bajo el nombre de “emiratos pobres”. En sus 1.685 km2, Ras Al Khoimah tiene bastantes tierras fértiles como para alimentar las 50 a 80 mil personas que conforman su población. Por la pesca y la agricultura puede alcanzar cierta importancia; en la industria ya exploró el cemento (250 mil toneladas anuales) y existe una pequeña planta marmolera. En estos momentos se efectúan exploraciones petrolíferas que podrían abrir el camino del petrodólar.
Fujoirah. El más aislado de los emiratos. Montes Omán le separan del resto. Las cifras de población oscilan entre 10 mil y 40 mil, según distintas fuentes. Resulta difícil establecer la verdad porque no se realizan censos científicos y hay mucha emigración a los emiratos petroleros. En sus 1.165 km2 existen cerca de 50 aldeas, cuyos habitantes se dedican preferentemente a la agricultura y pesca. Tiene yacimientos comerciales de uranio, cobre y hierro.
Umn Al-Qaiwoin. Su jefe, el cheik Ahmed, gobierna desde la época de la primera administración de Carlos Ibáñez en Chile. La diferencia está -entre muchas otras cosas- en que Ahmed tiene autoridad sólo sobre 5.000 umnalqaiwainenses. El territorio es de 775 km2, equivalente al de la comuna de Curacaví, pero en vez de fabricar chicha se dedican a la pesca. Recientemente entregó concesiones de exploración petrolífera a cuatro empresas extranjeras. Si logran éxito, el cheik Ahmed se cubriría de gloria… y de alhajas.
Ajman. Es el liliput de los emiratos. Sus 260 km2 lo hacen semejante en tamaño a la comuna de Penco (Concepción). Aunque su cheik, que usa largas barbas de profeta, sostiene que la extensión del emirato no es de 260 km.2, como la mayoría sostiene, si no de 600. Sin duda, es el más modesto de los miembros de la Federación. Vive de la pesca y edita curiosas estampillas de correo. Su población -¡ay!, las estadísticas- oscila entre 5 y 25 mil habitantes. Una empresa norteamericana fue autorizada para iniciar el tugar-tugar, salir a buscar… petróleo.
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