Jaime Guzmán
“Soy de clase alta, pero de vida austera”
Nada me cuesta menos que admitir mi entusiasmo por la inteligencia de Jaime Guzmán.
Era él un adolescente de 19 años tan delgado como hoy cuando lo entrevisté en 1965. Todavía tengo tatuada en mi mente la impresión de incredulidad que me produjo escucharle en la que fue su primera entrevista de prensa (Revista Desfile, edición primer aniversario). Acostumbrado a oír entonces argumentos pobres, pedestres, de los muchachos derechistas de entonces, las respuestas suyas parecían de las de un tribuno conservador de la vieja escuela, fundamentadas sólidamente en principios filosóficos y políticos. No eran balbuceos resentidos de niño rico temeroso por los cambios de fortuna.
Jaime Guzmán se había criado en un ambiente familiar lleno de estímulos y tradiciones, pero sin abundancia de cosas ni mucha apetencia de ellas.
(En esos días militaba en el movimiento Fiducia, del más extremo conservadurismo católico; luego lo haría en Patria y Libertad, donde tuvo dificultades ideológicas con el abogado Pablo Rodríguez, quien lo irritaría luego cuando le llamaba a él y a su grupo de seguidores, “los pálidos”).Años más tarde, ese agradable estupor mío fue compartido por mucha gente que lo vio organizar el gremialismo en la Universidad Católica; y en otra etapa, casi todo el país pudo apreciar su precocidad política en el programa de televisión A esta hora se improvisa.
Eran los tiempos de la Unidad Popular, y, naturalmente quienes defendían las ideas oficiales lo consideraban un torpe reaccionario. Pero los que estaban en la Oposición le celebraban -aunque fuese en silencio- su condición de genial polemista.
Cuando se convirtió en asesor del presidente Pinochet y tuvo decisiva participación en la comisión redactora de la Constitución de 1980, hubo otros que prefirieron ver en él sólo un reaccionario trasnochado, molesto como una mosca.
El proceso no se detiene.
Hoy es miembro de la comisión política de la UDI, e integrante de la comisión asesora para el estudio de las Leyes Orgánicas Constitucionales (Comisión Fernández). Es fácil hallar que admiradores suyos han tomado distancia dentro de la UDI.
En los 20 años pasados desde que lo conocí -debo mencionarme otra vez-, mi posición sobre muchas materias ha oscilado, ha sufrido remezones, conflictos y en más de alguna de ellas cambios de 180 grados. Jaime Guzmán, sin embargo, me parece que ha seguido siendo imperturbablemente el mismo, salvo en matices, como si estuviera libre de dudas. Luce su misma potencia intelectual y su misma actitud conservadora de vieja cepa.
Este soltero de 39 años no es un hombre vulgar, y por eso sus ideas siempre interesan. Las de índole política son conocidas. Otras, no tanto. Por esa ruta menos transitada quisimos
Llevarlo. Las respuestas a nuestro interrogatorio fueron estas:
Si se le encomendara diseñar un nuevo escudo nacional muy representativo de nuestra mentalidad, ¿Qué símbolos escogería?, ¿qué animales heráldicos?, ¿qué lema?
-Símbolo, un flotador. Animal heráldico, una laucha al cateo. Lema, “para donde va la corriente”.
Fuera de los textos religiosos, ¿qué libro ha influido sobre usted en forma importante?
–El Principito, de Saint-Exupery, y El estado y la Revolución, de Lenin.
¿Cuáles son los defectos más notorios que usted advierte en la clase media chilena?
-Los defectos más notorios de todos los estratos chilenos me parece que son la flojera, la envidia y el temor a desafiar lo que predomine en el amiente.
¿Qué virtud suya intentaría que se reconociera como acto de justicia?
-La rectitud.
¿Cómo se definiría usted respecto al dinero?
-Distante y receloso para que nunca me seduzca.
A veces el ser humano se ve obligado a poner su voz de rodillas. ¿Con quién le ha ocurrido a usted? ¿Por qué?
-Cuando me han querido dejar abajo de un avión para el que no tengo pasaje.
¿Qué rasgo físico suyo le incomodaba en su niñez?
-La miopía que me obligo a usar anteojos desde muy chico.
¿Podría definir el Opus Dei en pocas palabras?
-Obra a la que no pertenezco, pero que admiro tanto como lo hace Juan Pablo II.
¿Cuál es su relación con la angustia y la culpa?
-Con la angustia, una amenaza hoy superada. Ojalá nunca vuelva. Con la culpa, una exigencia de arrepentirme, pedir perdón y tratar de enmendarme.
¿Qué hace para enfrentar sus momentos depresivos?
-Oír música, de preferencia Schubert o Brahms.
¿Cómo experimenta y/o maneja su sexualidad?
-Sin explicarlo por la prensa.
¿Qué siente frente a la homosexualidad?
-Categórico rechazo moral, dejando eso sí que Dios juzgue la responsabilidad de las personas afectas a esa desviación.
Obligado a escoger entre una situación social de demasiado orden o demasiado desorden, ¿cuál sería su decisión?
-En el dilema entre dictadura y anarquía, siempre los pueblos han aceptado la dictadura.
-¿Le habría acomodado otra época para vivir? ¿Cuál?
-No, ninguna, porque renunciar a las opciones y desafíos del progreso me parece una nostalgia anti histórica.
¿Cuál de todas las viejas prácticas políticas chilenas usted eliminaría para siempre?
-La demagogia.
Si se le prohibiera escribir y enseñar, lo cual -dicho sea de paso- llenaría de gozo a mucha gente, ¿qué haría?
-Compadecer a los que gozan con el sufrimiento ajeno.
¿Qué personaje de la historia se acerca a su modelo ideal de vida?
– El maestro don Jaime Eyzaguirre.
¿Lo más grato de sus fines de semana?
-Desde 1970, hasta que él se enfermó, reunirme los sábados en la tarde a conversar con don Jorge Alessandri, junto a otros amigos suyos. Los domingos, arbitrar un partido de futbol.
¿Se deja tentar a veces por alguna frivolidad?
-Me entretiene hacer chacota imitando personalidades (para lo cual tengo gran facilidad, por si alguien quiere contratarme).
Lo que detesta por sobre todas las cosas es…
-El odio, el cinismo y el marxismo.
¿Qué sugerencias haría usted a los líderes de la oposición democrática chilena?
-Que reflexionen por qué Pinochet se los ha comido con zapatos, reconociendo que no es solo por tener la fuerza.
¿Cómo siente habitualmente su cuerpo?
-Hoy sano. Pronto en descomposición. Al final gloriosamente resucitado.
¿Cómo le explicaría, brevemente, a un niño por qué un Dios infinitamente bueno y justo permite que en la tierra haya tanta injusticia y tantos niños que mueren de hambre o enfermedad?
-A veces, por que usamos mal la libertad que Dios nos dio por amor. Pero le agregaría que la voluntad de Dios, más que tratar de entenderla, hay que tratar de amarla, aunque sea a través del dolor.
El más pernicioso personaje de nuestra historia.
-Darío Saint-Marie (alias Volpone), inspirador y dueño del diario Clarín.
¿Por qué sus preferencias van más por el pensamiento que por la acción?
-Porque pensando más suele actuarse mejor. Con tal de saber actuar a tiempo.
¿Qué modelo humano le atrajo en su juventud?
Lo más notable que tienen en común don Jorge Alessandri, Claudio Arrau y Fernando Riera.
Después de la primera hojeada, ¿qué se detiene a leer primero en el periódico?
-No lo hojeo, sino que lo leo casi entero, y sumisamente, en el orden que viene.
Supongamos que usted hará un solo viaje en el resto de su vida. Escoja el recorrido y tiempo de duración.
-Seis meses abarcando Europa, el Oriente, Estados Unidos y América latina.
¿Para qué tipo de juegos aún se deja tiempo?
-Habitualmente sólo para arbitrar futbol. Prefiero la música y la conversación que los juegos.
Dígamelo en voz baja, ¿qué cosas de los jefes desatan en usted un furor incontenible?
-Furor (no incontenible), el que hieran o humillen a un subordinado.
¿Qué ciudad de Chile escogería para vivir si se viera impedido de hacerlo en Santiago?
-Viña del Mar.
¿Por qué no ha sido capaz de liberarse por completo de las modas?
-Porque ir por sistema contras toda moda me parece esnobismo o excentricidad.
Enaltezcamos por un momento a nuestros hermanos de la Creación y permítame preguntarle que animal o planta le gustaría ser si dejara de ser hombre.
-Castor, con chance de ser foca de vez en cuando.
¿Cuál es su estado de ánimo respecto de Chile?
-Vitalidad y decisión de actuar.
¿Qué versos de la Canción Nacional de Chile le gusta cantar con mayor énfasis?
-“O el asilo contra la opresión”.
Cuente cómo experimenta y maneja su agresividad.
-Creo que ser agresivo en defender mis ideas y conciliador en el trato humano.
-De acuerdo con sus aspiraciones ¿qué nación de hoy le satisface más por si forma de organización social y económica?
-Estados Unidos.
¿Qué cosas nunca ha podido hacer a causa de un rasgo de timidez, o temor al ridículo?
-Por timidez, ninguna, desde que hace muchos años deje de ser tímido. Por temor al ridículo, todas las que efectivamente parezcan ridículas.
¿Qué piensa de la astrología y el zodiaco?
-Diversiones entretenidas
¿Cuál es el peor defecto que aceptaría confesar aquí?
-No haber logrado amar al prójimo como a mí mismo.
¿Hay algo hecho por usted que todavía le tenga el alma indigestada?
-No, porque ya me arrepentí, me confesé y Dios me perdonó.
¿De qué conductas suyas (o rasgos de carácter) se quejaban sus padres cuando usted era niño o adolescente?
-Que tenía un carácter muy irascible.
-¿Cómo se clasificaría socialmente?
-De clase alta, pero de vida austera.
¿Qué
colecciona Ud.?
-Nada
Cualidad que Ud. aprecia más en el ser humano
-La bondad.
La
figura histórica nacional que más respeta.
-Manuel Montt.
¿Frase hecha que más le molesta?
-“Estamos pésimo y este país no da para más”, repetida por todas las generaciones de chilenos en su época, junto a “tenemos una historia que nos enorgullece”, formada de la suma de puros supuestos fracasos. ¿Cómo entenderlo?
De muchacho habrá luchado y discutido por ideas e ideales que luego ha juzgado equivocados. ¿Recuerda alguno?
-Intentar convertir socialcristianismo en una doctrina política.
De los gastos superfluos de usted hace, ¿a cuál le costaría más renunciar?
-A una rica comida periódica.
¿Qué le disgustaría más que se dijera de Ud.?
-Cualquier injusticia, si proviene de un amigo. Porque para las de mis adversarios he desarrollado una piel de elefante.
Nota. Jaime Guzmán fue asesinado a los 45 años en 1991. Ver texto publicado en revista en formato PDF Jaime-Guzmán