Baltazar Castro
“Disgustos de un muerto buena persona”
“Aquí estoy, como un viejo pontón amarrado a la boya del olvido”. Fue lo último que nos dijo, en una carta, tiempo antes de morir. Dos años se cumplieron el 11 de enero del día en que Don Balta se desamarró definitivamente de esa boya de ingratitud para iniciar un viaje triste quizá a donde. Nos dejó algunos mensajes y notas socarronas que hemos mantenido guardados para que el tiempo le diera un sabor distinto. Así lo hacía él con sus mostos rancagüinos en su viña Rosafé.
Los damos a conocer hoy, tal como los dijo, y en ellos muchos chilenos de la nueva generación descubrirán a un provinciano notable. Considerado el mejor diputado 1949-1953 por los redactores políticos, reelegido luego con la primera mayoría nacional, presidente de la Cámara y senador en los tiempos de Alessandri y Frei Montalva.
¿Cuál es el tonto que menos tolera?
El tonto venido a menos y botado a niño de sociedad o a cliente del Club de la Unión.
¿Qué siente cuando lo elogian con sinceridad?
Un sereno agrado, que me permite disimular los arañazos.
De todo lo que ha hecho (sin contar su familia), ¿qué le ha producido mayor satisfacción?
Llevar a la literatura chilena una modesta producción que permite conocer la sufrida existencia del trabajador del cobre.
¿Cuáles son sus gustos de persona bien?
¿Persona bien, dijo? Me gustan las pantrucas cocinadas con huesos de gallina y el charquicán preparado con huesos de pavo. Los porotos con mazamorra no me caen del todo mal.
¿Por qué siente mayor curiosidad?
Por el origen de la felicidad en los tontos graves.
¿Qué situación vivida por otras personas le producen envidia bajo control?
Nada más envidiable que la situación del actor de telenovelas que a cada rato las emprende a besos con Sonia Viveros.
¿Por dónde y con quién van sus fantasías bailables?
¿Se acuerda de Ginger Rogers? ¡Éramos como dos plumas!
¿Su peor defecto?
Soy jodido, fregado, según el decir de quienes me conocen.
Defectos de la clase más alta que son notorios para usted. ¿Sus cualidades?
Perdió un poco la noción del desarrollo moderno y de las inquietudes sociales que trae consigo tal desarrollo. Le reconozco, eso sí, que ella levantó la democracia más avanzada de América Latina, cuando el continente se debatía entre Rozas, Gómez y Melgarejos.
¿Cómo se clasificaría socialmente?
Poco sociable, retraído, pero me gusta charlar con amigos para relajarme.
¿Rasgo de carácter que le ha hecho mayor daño?
La ironía usada con demasiado filo.
¿Lo que más le gusta a usted?
Ser maniabierta; me desagradan los amarretes, odio a los usureros.
¿Qué cree respecto de la mujer?
Mejor no creer nada. Cuando Juan XXIII se aprestaba a recibir a Jacqueline Kennedy, entonces primera dama, le dijo a un cardenal: “Rece por mí. Tratándose de mujeres, uno no sabe dónde va a parar”.
¿Situaciones que le producen ansiedad?
Los problemas de mis hijos ante la dura situación económica después de las dos crisis económicas que el gobierno de Pinochet ha llevado al país.
Cuando habla de usted, ¿le duele mucho interrumpirse, don Balta?
No. Pero hablo de mí cuando hay que refrescarle la memoria a los que han recibido mucho de mí. Los triunfalistas siempre tienen mala memoria.
¿Qué siente cuando piensa en la muerte?
La tranquilidad de haber vivido con la luz y la verdad, distante de los mercaderes del templo.
¿Qué es el infierno para usted?
Un lugar donde dan ganas de salir a tomar helados.
¿Alguna cosa terrestre llevaría para el otro mundo?
Algo así me preguntó la periodista Lenka Franulic y le respondí que me gustaría mirarme en los ojos de la mujer amada.
¿Áreas o situaciones en que ha debido luchar más duramente contra la timidez?
La timidez no cuenta. O encaro a fondo o arranco para adelante.
Modelo humano que le atrajo en su juventud.
El buen orador político electrizando a las masas. El León de Tarapacá reemplazó al León de Damasco, de Salgari.
La más bella de las famosas de acuerdo con su gusto.
Raquelita Argandoña. Me gusta también por lo encachada para afrontar contingencias peliagudas.
¿Cualidades que le agregaría a la mujer chilena?
Desplante. Mujeres y varones sufren la urticaria del diminutivo.
¿Figura del cine que logra perturbarle?
Nada supera a la Greta Garbo. Sus romances en la pantalla con John Gilbert me han llegado a la pajarilla.
Describa el comportamiento de la persona por la cual usted ha sentido mayor repulsión moral.
¡Carajo!
¿Qué experimenta ante la presencia de gitanos?
Cierta envidia por García Lorca, quien, al parecer, alternó con gitanos que habían descubierto el agua de la llave.
¿El beso que más le gusta dar?
El que pone término a una larga ausencia.
Defínase con una palabra.
Tierno.
Ver texto publicado en revista en formato PDF BALTAZAR-CASTRO