Arturo Moya Grau | “Tengo miedo a ser inmortal”

Arturo Moya Grau
“Tengo miedo a ser inmortal”

Publicado el 23 marzo 1992

Su telenovela La colorina ya hace lloriquear en alemán, y eso lo llena de alegría. Después de hacer suspirar a gran parte de los latinoamericanos y ahora a los europeos, Arturo Moya Grau, tiene la satisfacción de poder vivir bien. Habita un departamento amplio sobre una arbolada calle del barrio alto santiaguino, aunque se reúne diariamente con sus amigos en un café Paula del centro, animando una tertulia que se interrumpe cada tarde, y que nunca termina. Bohemia tranquila, porque hace tiempo pasó de los 70, porque está menos jugador que antes, la vista le acompaña poco y la diabetes lo friega bastante.

Canal 13 está repitiendo La Señora en este verano, es obvio que ya no tiene los éxitos que conociera en los 80, aunque los ecos no terminan y ahora provienen incluso de países europeos. Con esos éxitos remotos no gana para comer, pero sí para alimentarse espiritualmente como artista.

Algo que él necesita.

Permanece hace más de 30 años con su segunda mujer, la actriz Esther Mayo, quien es testigo de como Moya Grau sufre al unísono con los personajes que crea. Tiempo atrás tenía que matar a uno de los protagonistas en el capítulo 30. No pudo. Pasaron otros 30, y una tarde su mujer lo vio salir llorando de su escritorio:

Ya sé qué te pasa, lo mataste – le dijo.

Con esa misma intensidad hizo La madrastra, La colorina, La trampa, Sol tardío, Padre gallo, La señora, y un centenar de novelas para radio y televisión que ha creado desde los quince años. Al examinarse a sí mismo tiene derecho a repetir cuantas veces quiera que la vida real no sea distinta a una teleserie. Su primera mujer huyó con uno de sus buenos amigos.

“Hace más de 30 años me casé por primera vez con una actriz muy famosa en su tiempo. Yo parecía su sombra. Era el que escribía las obras que presentaba la compañía que llevaba su nombre. El éxito se acabó cuando hicimos una gira a Ecuador. Fue un desastre en lo económico. Uno de los actores, amigo mío, convenció a mi mujer de que yo era quien tenía la culpa. Me quedé sin compañía, sin amigo… y sin mujer. Se fueron juntos…”.

Del siguiente diálogo surgió también la imagen menos atormentada de famoso autor de telenovelas:

Un insensato dijo que es fácil desvestir a la mujer, que lo difícil es vestirla. ¿Qué le respondería?

Que la desvista y que busque a otro para que la vista.

¿El mejor actor de todos los tiempos?

De los que alcancé a conocer, Alejandro Flores. Desde que la TV transmite fútbol… los jugadores de fútbol. ¡Qué escenas dramáticas se mandan a veces!

¿Qué comportamiento de la sociedad le resulta incomprensible?

Que un partido de fútbol nos haga olvidar muchas cosas. ¡Y no digo nada si ganamos!

Ese padre que tuvo, ¿cómo cree que cree que lo juzgaría a usted hoy?

Fue un padre muy humano. Hoy me diría: “Te dije que no criaras cuervos. ¿Me hiciste caso?”.

¿Qué posición suya en materias morales o profesionales es mal comprendida por sus colegas?

Moralmente creo no haber sido juzgado, pero profesionalmente no me ha comprendido ni Moya.

¿Qué se salta de los diarios?

Lo que no me interesa, como las cosas femeninas, algunos avisos comerciales y los artículos del señor Rillón.

¿Con qué cosa cotidiana simbolizaría la tontera?

Con los que se sientan cómodamente a ver televisión sólo para encontrarla mala, pobre, sin cultura. ¿No es más fácil jugar al dominó y ahorrarse sufrimientos?

¿En qué cosas concretas advierte usted confusión o crisis moral en Chile?

Hay tantos moralistas que parece que ya no quedan inmorales.

Reforma a la que más aspira.

La que evite hambre, miseria, frío a miles de compatriotas.

¿Qué hace para no aburrirse sin trabajo?

Sueño con argumentos, escucho zarzuelas, tangos ¡Y adiós aburrimiento!

¿Qué sobrenombres le han dado sus amigos?

“El llorón de la radio”.

¿El día más pleno de su vida, descartando lo familiar?

Dos son los días plenos. Cuando en México anunciaron el Azteca de Oro para La colorina en 1980, y en Chile el premio del Consejo Nacional de Televisión para La madrastra, en 1981.

¿Para qué tipo de juegos aún se deja tiempo?

Para los domingos en el Club Hípico.

¿Qué le gusta de la Democracia Cristiana chilena? ¿Qué le cambiaría?

No hablo de política. Esa es mi política.

¿Qué siente por el Che Guevara?

Nada.

Defínase respecto a la religión.

Católico.

¿De qué conductas suyas o rasgos de carácter se quejaban sus padres?

De que quisiera ser artista en vez de contador.

Cuente cuando fue la última vez que castigó o golpeó a alguien y diga por qué.

Nunca en mi vida he castigado a nadie, créamelo.

Lo que más le gusta de usted como ser humano.

Que tengo facilidad para hacer verdaderos amigos.

¿En qué son enteramente distintos el hombre y la mujer?

Creo que la mujer obtiene lo que quiere y da las gracias. El hombre sólo dice “buenas noches”, ¡a veces!

¿De qué manera recuerda usted a sus muertos? ¿Con qué ritos o actos?

Visito sus tumbas en Valparaíso y siempre hay unas lágrimas para mis padres y para mis hermanas.

¿Quién es el chileno que ha ejercido una mayor influencia política beneficiosa en el presente

siglo? ¿Por qué?

Son dos, en mi opinión. Don Arturo Alessandri y don Pedro Aguirre. Ambos por su visión política. Don Pedro por mejorar la educación, especialmente en los lugares apartados.

¿A qué le tiene miedo?

A ser inmortal. Debe ser una lata.

¿Cuál es a su juicio la profesión más mentirosa?

Bueno, sacando a los magos, mentalistas, adivinadores… algunos colegas suyos.

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