Andrés Rillón | Un bromista operado de los nervios

Andrés Rillón
Un bromista operado de los nervios

Siempre está como si no estuviera. Entre distante y ausente. Pero el mal observador se equivoca, pues él sabe hacerse el que cree en pajaritas preñadas y en la Caperucita Roja. O bien anda interpretando el apellido de su madre, Romaní, nombre que se le da a la lengua de los romá, raza nómada de piel oscura y cabello negro que probablemente procede de la India, que se extendió por Europa y que llamamos gitanos. Él sabe que los seres humanos han sido siempre nómades, salvo en la breve etapa que ahora vive, desde que inventó las ciudades. Y ser romaní debe hacerle cantar el alma.

Parece útil buscar una explicación en su biografía o en sus ancestros. Nacido y educado en Viña del Mar, sólo llegó a Santiago para concluir sus estudios de Leyes varias veces interrumpidos. En 1955, con su título, ingresó al Departamento Jurídico del Ministerio del Interior durante el gobierno democrático del ex dictador Carlos Ibáñez, y por simple decisión administrativa, con Jorge Alessandri, fue puesto en un camino que lo conduciría a dirigir el Registro Electoral hasta su muerte (la del Registro) en 1973, luego del golpe militar.

Como Don Pío en el programa La Oficina del Jappening con Ja y como el crítico de televisión Aramis en El Mercurio, Andrés Rillón Romaní ha terminado por imponer un estilo inconfundible, raro entre nosotros. Siempre un ser impredecible, víctima de lo que llamaba ritofobia (fobia a los ritos), no fue a los funerales de sus padres y cuando cumplió medio siglo de vida, muchos lo fueron a celebrar con él, pero se quedó en su cama mirando el techo mientras todos los demás se fueron de fiesta. Hipocondríaco, en el verano más caliente andaba de cuello subido, abrigado como si fuera agosto y evitando las corrientes…

Pero disfruta la vida de enero a diciembre. Sus estupendas oficinas del Registro Electoral llegaron en su época a transformarse, ocasionalmente, en lugar de ensayo de obras de teatro con Jaime Celedón y otros actores y directores de su estilo.

La polvareda de partidos y movimientos que existe hoy en Chile hará necesario un hombre con experiencia para dirigir el servicio o la oficina que los controle. Andrés Rillón no figura entre los interesados. “Ese trabajo no me excitaba”, dice. Tampoco ejercerá la profesión de abogado, pues nunca llegó a un tribunal sin que le faltara una firma a su documentación. O un timbre. O la mitad de las hojas.

Parece condenado a la TV, como actor y como crítico, haciéndole compatibles ambas tareas, según dice, por su calidad de hombre “genéticamente insobornable”. Si algunos le critican, tampoco se esfuerza por abundar en explicaciones. Su conciencia, afirma, vale por mil testigos.

Respondió a nuestro interrogatorio con la tranquilidad propia de quien (es simple sospecha nuestra) ha sido operado de los nervios, mediante una técnica que él se niega a divulgar.

¿Cómo cree que lo ven a Ud. los adolescentes?

-Como un ídolo, tipo Michael Jackson

Cuando está solo y nadie lo mira, ¿qué hace?

-Me abrazo.

¿Le gusta más la mujer cuando cae o cuando se levanta?

-A medio camino.

¿Cuál es el peor defecto que aceptaría reconocer aquí?

-La cobardía.

¿Qué siente frente a la homosexualidad?

-Lo mismo que ante un Subaru 600.

¿Qué personaje de la historia se acerca a su modelo ideal de vida?

-Matusalem.

¿Qué diría si Pinochet le pidiera un consejo?

– ¡Caramba!

¿Actitud femenina que le saca de quicio?

-La de ofrecer y no dar.

Díganos que sentimiento le domina luego de mirarse al espejo.

-De amor.

-¿Qué película recuerda más nítidamente?

La aventura, de Michelangelo Antonioni.

¿Algún sitio preferido en caso de relegación?

-Cualquiera donde se vean bien todos los canales de televisión.

¿Qué actitud del público le hace reír?

-La risa atrasada.

De lo dicho contra usted, ¿qué le ha hecho gracia?

-Que soy momio.

¿Cuál sería para usted la mayor desgracia terrenal?

-Que viniera Dios y se preguntara: ¿Dónde estoy?

¿Qué le enfurece?

-La impuntualidad.

¿El suplicio con que perfeccionaría el infierno?

-Con una oposición democrática mala leche.

¿Cuál es para usted la perfecta felicidad terrenal?

-El enamoramiento.

¿Qué modelo humano le atrajo en su juventud?

-Kafka, Dostoiewski, Freud.

¿Con quién o con que ha dado Ud. los más grandes bostezos de su vida?

-Con la boca.

¿Es usted un caballero?

-Entiendo que no.

¿Cuál es la reforma a la que más aspira?

-La eliminación de las Torres de Babel.

¿Ha sentido deseos de matar a alguien?

-Evidentemente.

¿Con qué lema publicitario se recomendaría a sí mismo?

-“Apriételo, no mucho, hasta que le diga ¡linda!”

¿Qué personaje cómico podría representar por años sin sentir agobio?

-Don Pío.

¿A qué dedica más tiempo fuera de trabajar y dormir?

-A hablar solo.

¿Entiende la música que gusta a los de 15 años?

-Sí. ¿Y qué?

¿Con que cosa cotidiana simboliza la tontera?

-Con la respuesta: “Aquí, pasándola

¿Qué siente cuando alguien le toca la bocina en el instante mismo en que se prende la luz verde?

-El deseo de bajarme con toda parsimonia, acércame a su ventanilla y preguntarle: “Oye ¿cuándo vai a ir p`a la casa?”

¿Qué dice el balance sentimental de su vida hasta hoy?

-Si descuento el IVA, ras-ras.

¿Dónde estaba usted entre el 11 y el 13 de septiembre de 1973? ¿Que hizo, que pensó y sintió?

-En mi casa. Hice mis necesidades. Pensé: menos mal. Sentí: ¡Al fin!

¿Qué logros militares le han asombrado?

-El 11 de septiembre de 1973

Obligado a nacer de nuevo, fuera de Latinoamérica, ¿qué cuna escogería?

-Alemania.

De los socialismos reales, ¿qué cosas rescataría para Chile?

-El mal recuerdo.

¿En qué frase todos los chilenos estaríamos de acuerdo?

P’ta la huevá

¿Hay algún comportamiento de los políticos que le resulte incomprensible?

-Ya no.

¿En que recibió elogios como estudiante?

-En nada. No se valorizaban entonces las cabezas de pescado.

¿Quiénes o qué hicieron de usted lo que es?

-Los traumas infantiles y mi pequeña inteligencia desesperada.

¿La mejor oferta recibida?

-En 1982, hacer Don Pío.

¿Qué siente ahora cuando se enfrenta a la certeza de ser una persona famosa y reconocida?

-Pequeños desmayos.

¿Qué le diría a Aylwin si le pidiera un consejo?

-Que supere su falangismo.

¿Su rasgo de personalidad más dominante?

-El silencio cuando estoy callado.

¿Da plata a los mendigos?

-No, porque se puede colar un vivo.

Diga tres características que le parecen propia de una mujer de mal gusto en el vestir.

-1. Cuando se nota más el arreglo que lo arreglado. 2. Cuando la arreglada está preocupada del arreglo ante todo. 3. Cuando el arreglo se lee siútica.

De acuerdo con su experiencia, ¿existe un placer físico igualado al que ofrece la sexualidad?

-¿Pa’ que preguntai leseras?

¿Qué haría en un acto de poder absoluto?

-Eliminaría la muerte.

-¿Qué epitafio lo identificaría bien?

-Amó, pero quedó insatisfecho.

Nota. Andrés Rillón murió a los 87 años en 2017. Ver texto publicado en revista en formato PDF Andrés-Rillón